Saúl Cantoral Huamaní - Biografía 👷🏽‍♂️
Saúl Cantoral Huamaní

Saúl Isaac Cantoral Huamaní, también conocido como “Ringo” por sus amigos de Marcona, nació en Saisa (Lucanas, Ayacucho), el tres de junio de 1946. Inició sus estudios primarios en su tierra natal, concluyéndolos en Nazca, donde realizó los estudios secundarios en el Colegio Nacional Simón Rodríguez.

En 1984 es elegido Secretario General del Sindicato de Obreros Mineros de Hierro PerúSan Juan de Marcona“, siendo reelegido en 1986 y 1988. En 1987, es elegido Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores MINEROS, METALURGICOS Y SIDERURGICOS DEL PERÚ, durante el Primer Congreso de Unificación. Con este cargo, encabezó dos heroicas y exitosas huelgas durante el primer gobierno del APRA, los días 17 de julio al 16 de agosto, y del 17 de octubre al 12 de diciembre de 1988, en un contexto de represión, amenazas y asesinatos, en medio del recrudecimiento de la guerra interna y de la crisis económica que asolaba al país, fragmentando al movimiento sindical.

Las patronales –como ahora- querían que el peso de la crisis sea soportada por los trabajadores, para así mantener sus altas tasas de ganancias. Sin embargo, las exitosas huelgas mineras frenaron ese intento. Saúl Cantoral Huamaní sabía que no solo se trataba de los sueldos de los trabajadores. Lo que además estaba en juego era la imposición de un proyecto neoliberal de carácter excluyente y anti-popular propiciado por los sectores privilegiados de siempre. En ese contexto, los empresarios no escatimarían esfuerzos en frenar por la vía autoritaria y violenta el desarrollo de la unidad sindical y el fortalecimiento de la organización popular.

Saúl Cantoral Huamaní
Biografía de Saúl Cantoral Huamaní

Saúl Cantoral Huamaní, Treinta y un años después

El Poder Judicial sigue sin resolver el caso de Saúl Cantoral, el dirigente sindicalista de la Federación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica del Perú asesinado en 1989 por miembros del Comando Rodrigo Franco, un grupo paramilitar acusado de ejecutar y desaparecer dirigentes estudiantiles y sindicalistas durante el primer gobierno de Alan García.

El lunes 17 de febrero 2020, se programado una audiencia en la Sala Penal Nacional en donde estarían frente a frente un testigo de la Fiscalía contra Jesús Miguel Ríos Sáenz, alias ‘Chito Ríos’, acusado de ser el autor mediato de su asesinato por ser el presunto cabecilla del Comando Rodrigo Franco. Sin embargo, la sesión se postergó para el próximo mes porque la Fiscalía no pudo notificar al testigo.

Actualmente, ‘Chito Ríos’ es defendido por Humberto Abanto, abogado de miembros de la cúpula fujimorista acusada de presunta organización criminal.

Pese a que ‘Chito Ríos’ ha negado los cargos, existen testimonios de testigos en su contra. Según el exsuboficial de La Marina, Miguel Aurelio Exebiio Reyes, ‘Chito Ríos’ coordinaba con el jefe de Inteligencia, Luque Freyre, y el exministro del Interior, Agustín Mantilla; y el expresidente Alan García “sabía todo, y las altas esferas del partido sabían de la existencia del comando”.

Ejemplo de Lucha Saúl Cantoral Huamaní

La noche del 13 de febrero de 1989, Saúl Cantoral Huamaní

Y su compañera sindicalista Consuelo García Martínez fueron interceptados por un auto y raptados. Cerca de las 11 de la noche, de ese mismo día, un patrullero de la Policía encontró el cuerpo de Saúl tirado boca abajo alrededor del Parque zonal Huiracocha, en Canto Grande, con heridas de bala.

Luego de las investigaciones de la Comisión Herrera del Congreso de la República y la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), se determinó que los responsables de las muertes de ambos sindicalistas fue el comando paramilitar Rodrigo Franco.

Desde junio de 1989, el caso de Saúl Cantoral Huamaní pasó hasta por 8 fiscalías distintas sin iniciar investigación alguna. Recién en enero de 2004, tras la denuncia presentada por la CVR ante la Fiscalía de la Nación, la Fiscalía Especializada en Desapariciones Forzadas, Ejecuciones Extrajudiciales y Exhumación de Fosas Clandestinas abrió investigación.

A pesar de todo, el ejemplo de nuestro querido compañero sigue presente en nosotros, en la memoria y en los corazones del pueblo peruano, que no ha olvidado su sacrifico por las justas causas de los trabajadores mineros, de los trabajadores y de las clases populares en general, habiéndose convertido en un símbolo de lucha contra el olvido, de defensa intransigente de los derechos humanos y sobre todo de la esperanza por construir una patria digna para todos y todas.